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¿Se repite la historia?

Por: Jose Luis Fersola

El joven en el ring corografía la danza de Taekwondo en la tierra de Rio de Janeiro, de repente se imagino como uno de los suyo, lanzando la caña al aire cortándola en varios pedazos, luego de un duro combate con la zafra se veía caminar por la carretera larga, gruñéndole las tripas. desplazándose como una mancha negra buscando donde descansa el sol, con la mirada puesta en la sabana verde producida por las cañas, silbando para sacarse los gases de un día entero sostenido por una taza de café, llegando a su casa oliendo a melaza, hecho un bagazo el brillo del hambre en los ojos, los dedos llenos de yagas y el cuerpo cenizo del sudor seco, , la imagen le dio fuerza para querer ganar, se lo ofrendaría a su ancestros quienes dejaron grabado sus nombres en los desaparecidos campos de cañas, la pregunta rodo por dentro, al mismo tiempo que se defendía de un NERYO CHAGUI(patada descendiente) ¿si gano que dirán que soy un emigrante sin papeles o un héroe nacional?.Se debatía en su interior, cuando le vino un segundo ataque de su contrincante que se aseguraba la medalla. lleva 23 años viviendo en un país donde lo asía sentirse intruso, tenía que beber casi a diario la noticia de la segregación aplicada a su raza,, recordó lo triste del cuento de Luis Pie, escrito por el hombre de la cabellera blanca, el que fundó un partido, que rezaba la igualdad para todos, ya siendo un anciano sufrió la amarga verdad, cuando le entrego los ideales del partido a un puñado de hombres, que luego lo echaron junto al cadáver del cuentista en el ataúd enterrándolo sin remordimientos, aquel que describía con lápiz y papel los sufrimientos de un pueblo como si lo sintiera en carne propia, es que lo tenía detrás de la oreja, llevaba años preparándose para este momento, el Taekwondo fue su refugio no como un escondiste, si no como un sueño llevado a la realidad, nunca se doblegaria por los insultos ni maltratos, no hizo de esto una lástima le toco nacer en esta tierra habitada por seres inhóspitos, era consciente creando una fortaleza como escudo, sabía que otros negros sufrían al igual que él, por el simple hecho de nacer aquí no esperaba ser aceptado si no un renegado, amaba en lo que se había convertido, ganar era su meta se lo debía a sus padres a los suyos a su significado, sabía que era un ser humano igual que reto y que solo eso importaba, soportaría todo, tan solo por colgar la medalla en su cuello, bajaría del avión con la sonrisa en su boca y la frente en alto, preparado para el recibimiento de los racistas, lo esperarían, con pancartas, un tipo que se cree Dominicano, el negrito come coco Haitiano, convencido de que es uno de lo nuestro, gano una medalla, no porque fuera el único que ganaría, si no porque eran todos de su mismo color, creerían sentir vergüenza ajena, sus corazones se llenarían de rabia, rezarían buscando entendimiento de porque enviaron una comisión de atletas monos a representar el País, dejando fuera a todos lo de raza pura , el amen seria, a dónde iremos a parar con toda esta invasión, el ku klux klan preparaban la hoguera al mismo tiempo que la prensa amarillista echaban leña al fuego poniendo las fotos de medallita negro, con un sádico titular, el único en traer medalla de bronce a nuestra nación, entre paréntesis escribían será Haitiano o Dominicano, las hojas del periódico serian manoseadas hasta por los que no saben leer, a su llegada se encontró con todo ese ruido pero el traía los oídos entaponados, solo escuchaba el canto de la medalla en su pecho, no le importo la bulla de la prensa, buscando chisme para el día siguiente, ni que le vieran el color en su labios gruesos y la nariz descomunal como la de un Africano, ser el único de todos los atletas en traer medalla no lo asía superior, si no orgulloso de pertenecer a dos tierras, divida no por un rio si no por la ignorancia, las protestas se volvió el pan de todos esos días, las conclusiones de ambos bandos se debatía en el aire, muchos gritaban no importa de dónde sea es orgullo nuestro, otro que se jodan todos, ahora los grajosos nos quieren robar el deporte, era un lio de contradicciones y fiesta, desviar a un pueblo que rápidamente olvida su historia era la intención de los que gobiernan mareando a las masas, los debates no se hicieron esperar, sin quererlo el desconocido deportista, paso a ser una celebridad del momento, se volvió el centro del tema de grande discusiones, se removió la rama de la historia y los anti negros salieron a la marcha, teniendo como frente los pro negros, dos grupos beneficiados por años, amamantándose de las heridas históricas, que no sanan por lo rico de su sangrado, la voz del hombre sentado en la silla se escucho, señalando con el dedo la nacionalidad del medallista, con voz de sabiduría de titulo dijo, el joven trae la única medalla es Dominicano, luego lo afirmo con una carta de felicitación, que el pueblo deberá comer a falta de alimentos, los galenos metidos en una huelga, aplazaron las lucha para decir es verdad, el y su familia son de lo nuestro, la algarabía se desplazo por la cuidad, aplausos, nos hicieron olvidar, que pase lo que pase, la frontera esta hay y que ellos no son bienvenidos, pero en el medio de todo este infierno se vea la medalla de Luis Pie, el único con luz propia