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¡ La cajita se le evaporo la musica y se murió...!

Por: Jose Luis Fersola

En la cajita se evaporo la pieza musical, a la fiel manillita se le murió la alegría, le mordieron la lengua los ratones, el comején la perfora porque es de madera y el único valor que encuentran en ella es la de alimentarse, tan tonto como la mayoria que confunde el ruido con la música, malograron sus esperanzas dentro de ella todo se detuvo la bailarina aquella que al abrirle aparecía en puntano interpreta mas la danza, el cuerpecito hecho a su medida perdió la gracias, se inmovilizo sin ser estatua, se quedo sin lugar el drama, el escenario descuartizado busca al actor este se masturba toda las noches pretendiendo encontrar el amor de su madre, creció desconociendo ese afecto, el tiempo le hizo creer que estaría en los cuerpos desnudos de sus amantes que después de abrazarlas y quedarse sin una gota de semen le decía adiós, al siguiente día un perfume nuevo tendía la cama, la rutina de dos calentándose para convertirse en placer, la misma sensación de vacío, solo una se quedo por más tiempo hasta que le crecieron las alas elevando vuelo, dejándole solo recuerdos lastimados, el abismo lo vio caer sin darle mucha importancia usa como refugio cuatro paredes del cuartucho en el edificio pintado de color ruina, el sonido de la puerta de hierro llena de oxido le descompone su estancia, vive allí escondiéndose de sí mismo, sabe que si se ve cara a cara tendrá que dar muchas explicaciones, le da miedo verse en la mirada de que está haciendo con su vida, sin saber cuáles son sus vecinos, como un atormentado que busca huir de su rutina trata de adivinar, donde vive cada uno por los timbres de sus voces, las que se cuelan por una grieta en la pared, sin que ellos se percaten del detective sonoro que le cruza en silencio a cada momento, el que después de cerrar su puerta se retrotrae con las situación de cada uno convirtiéndolos en personajes para futuro guiones, anotándolos en las paredes descascaradas para que no se le olviden los cuentos de cada uno, lleva ya varios años bocetando un personaje un tipo que se cree escritor el que antes de morir quisiera dejar en cada rincón montones de escritos sin sentidos, acumula vestuarios comprando en pulgas para su próxima obra que nunca llega, se le olvidaron los abrazos, el pedir perdón, con lápiz y papel describe la mirada triste de la chica que el destino le presento para que se fijara en él, es tan joven y usa grilletes, el destino la favoreció con tres partos, bendiciones de las leyes divina, la perdida le ruega con el impulso retenido se recatada del castillos de almas en penas, la que vagan solo por el placer de vivir, caminantes de la misma soga, sometidos porque ya todo está escrito, hombre mitad vestía no vive aquí salió a caminar a otra galaxia se le olvido su cuerpo en la azotea del barrio tapizado de edificio, con pasillos fúnebres, donde cada pétalo muere, resucitando en la inhalación de un tabaco de mariguana compartido sin mezquindad cada labios le da una chupadita el humo los recata de la realidad y los lleva al paraíso de abortos, orgías, violaciones, infidelidades, inercia, la puerta de entrada del legumbre lugar es custodiada por ancianos y y ancianas los que esperan la muerte para cuando pase le monte en su carromato y los lleve a la función, cuando cae uno el otro levanta la mano pues se cree el siguiente, el olvidado director reposo los ojos en la actriz cuando ya era ajena quiso detener los pasos en los brazos de ella, pero era tarde, la de expresión corporal tímida y aprendizaje de texto lento, al leer su poema confesiones con subtexto guardo silencio tomando la maleta, no dejo carta en el cofrecito antiguo, la explicaciones es para su dueño, los planes de ir por el mundo viviendo aventuras, peregrinando por diversión, corriendo detrás de sus niños agarraron alas se fueron a volar, reposan en el seno de un hogar, donde los pobladores se dejaron robar sus sueños y cuando fueron a reclamarlo ya era tarde, ella cree que esa es la única verdad que existe no conoce otras que no sea la oscuridad, la luz le cegara las retina, le freirá la niña y se la comerá sin dejar ni la sobra, el quiso decirle que la verdad la haría libre, no alcanzo el tiempo para escucharle, tampoco rompería con una tradición de fabula, a ella solo le enseñaron que Cristo murió en la cruz, lavando lo pecados, el castigo por predicar la verdad por los caminos, es llevarlo colgado en el cuellos para que sirva de advertencia a todo el que intente acercarse al árbol del conocimiento donde nació el pecado